En el Foro del ECOSOC sobre Financiamiento para el Desarrollo el Emb. Villegas subrayó que “A lo largo de los años hemos visto que la economía mundial estaba enferma y, literalmente, se necesitó un virus para dejar esto en claro. Este es el momento para el coraje y la acción, para que juntos logremos un mundo de prosperidad para todos”
1. En su calidad de Presidente de la Junta de Comercio y Desarrollo de UNCTAD, el Embajador Villegas participó como orador en la Reunión Especial de Alto Nivel con las Instituciones de Bretton Woods, la OMC y la UNCTAD en el Foro del ECOSOC 2021 sobre Financiamiento para el Desarrollo (FfD), el martes 13 de abril. En ese marco destacó:
2. UNCTAD 15, en octubre de 2021, es una oportunidad para abrazar la cooperación, para dar forma a un nuevo camino donde el comercio, la inversión, la tecnología y las finanzas se puedan aprovechar para construir un mundo más resiliente, inclusivo y sostenible.
3. Nuestro objetivo colectivo es tener un evento transformador, con un resultado ambicioso y significativo. Estamos en un punto de inflexión en la historia. Debemos aceptar las transformaciones necesarias para lograr nuestro objetivo compartido de prosperidad para todos.
4. Quizás una de las transformaciones necesarias más urgentes es encontrar una solución duradera a los problemas de deuda. La crisis actual brinda la oportunidad de reformar la arquitectura de la deuda internacional y el sistema financiero internacional.
5. A corto plazo, para aliviar las presiones inmediatas sobre la balanza de pagos, se debería hacer un uso más amplio de los DEG. La nueva asignación general de DEG por USD 650.000 millones que se está debatiendo es un paso importante en la dirección correcta.
6. La transformación no es posible sin aislar a los países en desarrollo de la volatilidad de los flujos internacionales de capital y se necesitan urgentemente reformas tributarias internacionales para adaptarse a las realidades actuales y dar voz a los países en desarrollo.
7. Reavivar el comercio mundial es crucial para financiar el desarrollo sostenible. El acceso equitativo de los países vulnerables a bienes y servicios esenciales, y lo más importante en este contexto, a vacunas y tratamientos a precios asequibles, depende de ello.